Tampoco existen términos en ambos géneros como: jóvenes y jóvenas, estudiante y estudianta, votante y votanta, y tantas otras palabras que tienen una forma única.
En su comparecencia en el Parlamento, Aído se refirió a "los miembros y miembras de la comisión" y el martes 10 de junio, en 'Los desayunos de TVE', explicó que fue un lapsus provocado por su reciente visita a una cumbre en Latinoamérica "donde se utiliza una terminología similar", aunque añadió: "Pero no descarto que se pudiera incluir" la expresión en el diccionario.
En su comparecencia en el Parlamento, Aído se refirió a "los miembros y miembras de la comisión" y el martes 10 de junio, en 'Los desayunos de TVE', explicó que fue un lapsus provocado por su reciente visita a una cumbre en Latinoamérica "donde se utiliza una terminología similar", aunque añadió: "Pero no descarto que se pudiera incluir" la expresión en el diccionario.
Bibiana Aído, jurando su cargo de ministra de Igualdad.
Ahora bien, la sociedad española es una sociedad androcéntrica y patriarcal, prueba de ello es el uso del lenguaje que con frecuencia excluye al género femenino en favor del masculino como englobador de ambos.
El uso sexista del lenguaje es un tema espinoso y que asiduamente lleva a la confusión apelando a la propia economía del lenguaje mediante el uso del masculino como plural genérico. Y se suelen utilizar sustantivos como ciudadanos, maestros, niños o alumnos, por ejemplo, para englobar e incluir dentro de ellos al género femenino cuando en realidad no lo hacen, dado que nuestra lengua, el castellano, tiene palabras propias para designarlas: ciudadanas, maestras, niñas, alumnas, etc।
Así pues, la utilización del masculino, ya sea para referirse a una mujer en singular, o para denominar a un grupo de mujeres o un grupo mixto en plural, es un hábito o una comodidad que, en el mejor de los casos, esconde o invisibiliza a las mujeres y, en el peor, las excluye del proceso de representación simbólica que pone en funcionamiento la lengua.
En nuestra lengua existen realmente palabras (genéricos abstractos) que independiente de su género sí son, como su nombre indica, auténticos genéricos, es decir, incluyen a ambos sexos, o lo que es lo mismo, representan sin prejuicio ni omisión a unas y otros. Como por ejemplo: personas, profesorado, alumnado, ciudadanía, etc.
Habitualmente caemos en el error de catalogar como repetición y poca economía del lenguaje lo que en realidad no lo es, dado que hombres y mujeres son tan diferentes gramaticalmente hablando como pueden serlo términos como amarillo y negro, ambos son colores, sí, pero a la misma vez son distintos, lo que no significa que sean opuestos ni complementarios, son simplemente diferentes.
El derecho de ser y de existir es incuestionable, por ello debemos educar en el respeto y el uso correcto del lenguaje usando si lo preferimos los genéricos abstractos para nombrar a ambos, ya que tanto hombres y mujeres tienen el mismo derecho a ser nombrados y de esta manera contribuir a la eliminación de las barreras sociales y lingüísticas aún existentes hoy en día.
Yo creo que la gente es que no ha entendido bien a la ministra, porque lleva toda la razón. La palabra "miembra" existe realmente, pero sabiendo entenderla.
ResponderEliminar"MI HEMBRA" es lo que dice el caballo, hablando de su pareja, la yegua.
20 de junio de 2008 21:39
Come me ha salido un POST, pos' lo he publicado. Je, je.
ResponderEliminar20 de junio de 2008 22:00
Grego: No tienes remedio !!! Y eso que eres de ciencias, no?? Los juegos de palabras se te dan muy bien.
ResponderEliminarHasta pronto.
20 de junio de 2008 23:12
La verdad que Miembro ya es una palabra que suena rarillo... pero miembra. ¡Maremía!
ResponderEliminarEl caso es que a la Bibí ya la conoce toda España, comulguen o no con la miembra... y yo creo que era eso lo que buscaba.
22 de junio de 2008 0:11
Ya veo que esto está dando mucho que hablar, no sólo en los medios de comunicación, sino también, en el blog de Gregorio y en el tuyo.
ResponderEliminarDe todas formas damos mucha importancia a las cosas, y parece que estamos deseando de que se equivoquen las personas, y si encima son los de arriba mucho más.
De todas formas mira que suena rarilla esa palabra ¿eh?
Un beso.
22 de junio de 2008 13:11
Jesús: Evidentemente eso la ha hecho muy popular.
ResponderEliminarUn saludo.
22 de junio de 2008 13:11
¿Te has dado cuenta? Hemos publicado en el mismo minuto, esto sí que es casualidad ¡¡¡¡increíble!!!! nunca me pasó una cosa igual.
ResponderEliminarBesos.
22 de junio de 2008 13:13
Maria: ¿Te das cuenttttt? ahora verás la telepatía que tenemos cuando publique la siguiente entrada.
ResponderEliminar22 de junio de 2008 16:40