El desierto de Badain Jaran (chino: 巴丹吉林沙漠, pinyin: Bādānjílín Shāmò) en China, se sitúa en las provincias de Gansu, Ningxia y Mongolia Interior. El desierto cubre una área de 49.000 km² y se encuentra a una altura entre los 1.200 y 1.500 msnm.
Este desierto tiene las mayores dunas estacionarias de la Tierra. Algunas de sus dunas alcanzan los 500 m de altura y 1.500 m de longitud.
Mapa de localización del desierto de Badain Jaran
El desierto es extremadamente seco, llueve apenas 40 mm al año, a pesar de eso tiene aproximadamente 144 lagos permanentes con una superficie total de unos 4.000 km², algunos con agua dulce y otros con aguas extremadamente saladas. Estas aguas provienen, según investigaciones hidrogeológicas recientes, de montañas situadas a unos 350 km de distancia, los montes montes Qilian. Esta humedad en el interior de las dunas hace que se mantengan inmóviles.
Estos lagos dan el nombre al desierto, que en idioma mongol significa: desierto de los «Lagos Misteriosos». También es cruzado por un río, el Ruo Shui («agua débil»), que ha formado una gran llanura aluvial en el desierto.
Estos lagos dan el nombre al desierto, que en idioma mongol significa: desierto de los «Lagos Misteriosos». También es cruzado por un río, el Ruo Shui («agua débil»), que ha formado una gran llanura aluvial en el desierto.
En sus laderas y crestas se produce el fenómeno conocido como canto de la arena, un sonido que puede durar varios minutos y escucharse a varios kilómetros de distancia, causado por el roce que se genera entre las capas de granos de arena en movimiento y las capas inferiores de arena estática.
En el siguiente vídeo pueden ver más imagenes e información sobre este singular panorama.
Habiendo llegado al final de mi larga vida de explorador, mis cabellos ahora grises y ralos, me pregunto cuántas veces he atravesado el desierto de Badain Jaran, y cuántas mis camellos y yo hemos bebido en sus lagos misteriosos, y cuántas he disfrutado, tocando la luna y las estrellas con las delgadas puntas de mis dedos, del sutil y breve canto de la arena. Muchas, muchas, muchas más de las que puedo contar o recordar.
ResponderEliminarCarlos Alberto Arellano:
ResponderEliminarDicen que en 1993, unos investigadores y arqueólogos chinos y alemanes encontraron restos de animales como las avestruces y de dinosauros así como de actividad humana que se remonta a 3.000 - 5.000 años atrás.
Muy cierto es. Yo tuve uno de esos viejísimos huesos de dinosaurio entre mis manos. Recuerdo haberlo observado y jugado con él durante horas interminables, como un chico al que le han comprado un juguete nuevo. Me fascinó tanto ese hueso, que durante varios días olvidé comer, olvidé dormir, olvidé asearme, y hasta de saber quién era yo y para qué había venido al mundo. Salí del trance una mañana que no olvido, poco antes de que saliera el sol, cuando tropecé con algo duro que sobresalía de la arena (tal vez otro hueso de dinosaurio) y caí con las manos abiertas sobre la enorme y caliente bosta de uno de mis camellos.
ResponderEliminarSinceramente es precioso, a todo esto, la fotorgafía preciosa también.
ResponderEliminarUn saludo
Vine buscando comentarios acerca de la pintura de Alfredo Rodriguez y me he encontrado con un excelente blog ¡EXCELENTE COMO POCOS! Làstima que publicas tan poco
ResponderEliminarQuiero ir montado en este tren.
Unai:
ResponderEliminarSí, las fotografías son increíbles.
Gracias por tu comentario.
Alí reyes H.:
ResponderEliminarMuchas gracias por tus halagos hacia mi blog.
Es cierto, últimamente publico muy poco. No dispongo de mucho tiempo.
Un saludo.