Los fotomontajes digitales, actualmente, se están convirtiendo en otra forma de arte.
Erik Johansson, un sueco de 23 años, estudiante de ingeniería informática y amante de la fotografía, muestra un gran talento manipulando la realidad que capta el objetivo de su cámara componiéndo imposibles y espectaculares escenas mediante el fotomontaje.
Sus composiciones destacan por su excelente creatividad, originalidad y sentido del humor.
Pueden ver más imágenes de Erik Johansson en este vídeo:
Para Alfredo Rodríguez, la pintura fue tan importante en el desarrollo de su infancia como aprender a hablar y andar.
A los seis años, su madre le regaló un juego que marcaría su vida para siempre, una caja de acuarelas con las que decoraba los trabajos escolares y realizaba retratos de sus familiares.
Nacido y criado en México, en una familia humilde de nueve hermanos, utilizó su talento para ayudar en las necesidades económicas familiares. Con solo catorce años ya era pintor profesional.
Actualmente reside en Corona (California) donde se trasladó a vivir en 1979. Miembro de la prestigiosa asociación americana “Indians and Cowboy Artists”, ha recibido premios de las más prestigiosas organizaciones.
"La pintura ha sido siempre mí vida, todo lo que veo, lo veo desde el punto de vista artístico… cada árbol, cada roca, todo lo que existe bajo el sol, incluso los alimentos que como, lo analizo para combinar los colores que necesitaría para pintarlos." (Alfredo Rodríguez)
"En el verano de 1967, mis padres gastaron sus ahorros para llevarme al estudio de Santiago Rosas, un anciano artista mexicano muy conocido, que me enseñó los principios básicos del arte, todo esto en seis horas de lección, que fue todo lo que mis padres pudieron pagar."(Alfredo Rodríguez, "Comtemporary Western Artist")
Es reconocido internacionalmente por sus excepcionales pinturas del American West (oeste americano).
Alfredo Rodríguez es el mejor artista que ha sabido pintar la vida en las montañas. Imágenes llenas de riqueza, vivacidad y color. Desiertos, tramperos, pueblos indios, buscadores de oro ... son admirados en cualquiera de los lugares que han sido expuestos.
Mientras pinta, captura la dignidad del espíritu humano elevado por la majestuosa belleza de su entorno.
El hiperrealismo de su obra es excepcional, posee un gran dominio de la técnica y la composición, de los detalles, dirigiendo la mirada del espectador en una zona concreta.
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Sus obras están presentes en importantes museos y colecciones privadas:
Ha exhibido sus obras en diversas exposiciones importantes de arte alrededor del mundo, incluyendo "The Masters of American West" at the Autry Museum en Los Ángeles (California).
Expone su trabajo en la galería Heritage Gallery en Scottsdale (Arizona) y The West Lives On Gallery en Jackson (Wyoming).
El Favel Museum of Western Art en Klamath Falls (Oregón) le honró dándole el Premio al Artista del año 1991 y su obra forma parte de la colección permanente del museo.
El Leanin' Tree Museum en Boulder (Colorado) y el Booth Museum (Georgia) poseen también varias de las pinturas de Alfredo.
Pinturas de Alfredo Rodríguez aparecen en las colecciones privadas de matrimonio Gene Autry, Connie Stevens, Pilar Wayne y el matrimonio Bob Eubanks.
Su trabajo ha sido también utilizado para ilustrar diferentes libros y publicaiones: "Nations of the Plains", "Nations of the Southwest", "Native Homes", "Life in a Plains Camps" y "Life of the Navajo".
Stephen Wiltshire es un pintor de arquitectura. Nació en Londres el 24 de abril de 1974 de padres indios.
Es conocido por su habilidad para ser capaz de dibujar un paisaje panorámico después de haberlo visto sólo una vez, por eso se le llama "la cámara viviente". Estudió Bellas Artes en la Escuela de Arte "City & Guilds".
Su obra es popular en todo el mundo, y se conserva en una serie de colecciones importantes.
Como no hablaba, a la edad de tres años fue diagnosticado como autista, el mismo año que su padre murió en un accidente de moto.
A la edad de cinco años, Stephen fue enviado a Queensmill School en Londres, donde expresó su interés en el dibujo. Así, comenzó a comunicarse a través de su arte.
A la edad de ocho años, empezó a dibujar paisajes urbanos imaginarios tras un terremoto y coches.
Sus maestros le alentaron con sus dibujos y con su ayuda, Wiltshire, aprendió a hablar a la edad de nueve años. A los diez años, dibujó una secuencia de dibujos de monumentos de Londres, uno para cada letra, que él llamó un alfabeto "Londres" .
Después del paseo en helicóptero sobre Roma, la pintó tan detalladamente que dibujó el número exacto de columnas en el Panteón.
Los fotomontajes digitales, actualmente, se están convirtiendo en otra forma de arte.
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