Antoni van Leeuwenhoek: Descubridor del microscopio y los microorganismos


Antoni van Leeuwenhoek (Delft, Holanda, 1632 – 1723)
Antoni van Leeuwenhoek, como la gran mayoría de las personas de su época encontraban dificultad para tener acceso a la educación.

Muy joven comenzó a trabajar en una tienda de telas, por lo que no pudo continuar sus estudios. Más adelante aprendió el arte de tallar lentes. Un día se le ocurrió montar varias lentes sobre un soporte de latón y observó que, al acercarlas a su ojo y mirar a través de ellas, podía ver muy aumentados los objetos pequeños.

Estos sencillos microscopios permitieron a Leeuwenhoek descubrir nuevos mundos: al observar una gota de agua de una charca, pudo ver que en ella vivían cientos de pequeños seres vivos, a los que llamó "animalículos".

Lente o microscopio fabricado por Leeuwenhoek

Antoni van Leeuwenhoek era extremadamente suspicaz y tenía una curiosidad insaciable, no hubo objeto ni materia de ninguna clase que no fuera a parar a la platina de su microscopio. Su asombro no conocía límites al ver que en el sarro de los dientes, en muestras de arcilla en el suelo, en el agua de las charcas, en la sangre ... en todas partes se encontraban "pequeños animalillos".

Él no sintió vergüenza por su escasa formación y decidió comunicar sus descubrimientos a la comunidad científica.

En una de las notificaciones que escribió a la Real Sociedad de Historia Natural de Londres, explicaba que había observado esos diminutos "animalículos" en la suciedad que había quedado entre sus dientes tras la comida, pero que inmediatamente había tomado una taza de café hirviendo y, al observar de nuevo otra muestra de la misma suciedad, no habían aparecido los "animalículos" . Leeuwenhoek había descubierto sin saberlo que se podía matar a las bacterias bañándolas con líquido muy caliente.

Cuando comunicó su descubrimiento a los científicos y éstos comprobaron que era cierto, le nombraron miembro de la Real Sociedad Científica de Londres. Hoy día, esos "animalículos" que vio Leeuwenhoek son los llamados microorganismos (protozoos, bacterias, ...)


Leeuwenhoek no se conformó con lo ya conocido sino que se atrevió a realizar nuevas actividades. La emoción de la curiosidad sirve para ayudar a evolucionar a las sociedades.

Llama la atención que un chico que no pudo estudiar, inventara el microscopio, descubriera los microorganismos y entrara en la Sociedad Científica de Londres.

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6 comentarios:

Palas dijo...

es increible que antes gente ocn menos recursos y oportunidades nos salian con grandes inventos... la perseverancia... la fidelidad a sus principios... no se... la sociedad fue diferente en cierto sentido...

un holandes, que exito!!! y un descubrimiento super importante!!!

Saluditossss

María José dijo...

Palas:
Gracias a esas mentes curiosas y ansiosas de conocimiento la sociedad ha podido avanzar.

Un saludo.

Mª Antonia dijo...

La curiosidad innata es un don, el conformismo, es el cáncer del conocimiento... Gracias, Mª José, sigo aprendiendo cada día.

Besos.

Carlos Alberto dijo...

María José:

Me hubiera gustado nacer en la Holanda del siglo XVII. Me hubiera gustado disfrutar de esa maravillosa libertad de pensamiento.

Me hubiera gustado conocer a Anton Leeuwenhoek, Constantjin Huygens, Christiaan Huygens, Jan Vermeer y Rembrandt van Rijn.

Mi país, decía Christiaan Huygens, es el mundo. Y la ciencia mi religión.

Muy buena entrada.

Saludos.

María José dijo...

Mª Antonia:
Tienes razón, la curiosidad hace aprender y avanzar. Yo soy bastante curiosa en ese sentido.

Besos.

María José dijo...

Carlos Alberto:
Holanda, no hay que olvidar, El Territorio de Flandes era de los Españoles.

Grandes mentes han nacido en Holanda, científicos, artistas, filóssofos, ... el pobre Van Gogh era holandés.

Es impresionante el trabajo que han hecho y continuan realizando para ganar terreno al mar en los Países Bajos. Es una obra no solo de ingeniería sino de puro ingenio.

Un saludo y gracias.

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